BROKEN SWORD: EL SUEÑO DEL DRAGÓN

UN JUEGO DIFERENTE PARA TIEMPOS DIFERENTES

Las imágenes del presente artículo han sido capturadas durante nuestras horas con el juego y pertenecen a la versión de PC disponible en la tienda digital GOG.

Seis años después de que se hubiese puesto a la venta la segunda parte de la saga Broken Sword, Revolution Software se lanzó a la piscina y nos trajo de vuelta a los carismáticos George Stobbart y Nicole Collard, en una nueva aventura.

No obstante, en ese tiempo, la industria del vídeo juego había cambiado mucho. Para empezar, las aventuras gráficas habían perdido la popularidad de la que habían gozado en tiempos pretéritos, el PC había ido cediendo paso a las vídeo consolas, que se estaban posicionando como las plataformas más populares para jugar a vídeo juegos entre la gente joven, y la tecnología de los motores gráficos tridimensionales estaba tan asentada que el uso de cualquier tipo de motor bidimensional era casi arcaico y desechado como deficiente.

Sí, 2003 era un año en que la industria estaba en un lugar muy diferente al que se encontraba la última vez que la saga Broken Sword había recibido una nueva entrega. Por eso, si el nuevo juego de la franquicia quería seguir siendo relevante, tendría que cambiar, para bien, o para mal.

Plataformas: PC, PlayStation 2, Xbox

Plataforma en la que se analiza: PC

Año de lanzamiento: 2003

Desarrollador: Revolution Software Ltd.

Disponible en: GOG Steam (sólo Inglés)

Extras: Traducción

NARRATIVA

Parece evidente que la relación amorosa entre George y Nico solo funciona bajo grandes dosis de peligro mortal y la búsqueda de tesoros del pasado, porque de nuevo, después de las aventuras corridas en Broken Sword II: La Fuerzas del Mal, cada uno de ellos ha seguido caminos separados. El destino, sin embargo, tendrá a bien juntarlos de nuevo en otra trepidante aventura.

La historia de George comienza cuándo acude a una charla sobre patentes con un científico que ha inventado un aparato revolucionario. A su llegada, bastante accidentada, se encuentra con el entrevistado asesinado, y un grupo de hombres muy peligrosos. Nico, por su parte, tiene concertada una entrevista con un hacker de París que ha logrado descifrar el manuscrito Voynich. También este hacker será asesinado, por una mujer sospechosamente parecida a ella misma. A partir de aquí, y como es de esperar, sus caminos confluirán.

El resto del guión, es como nos tenía acostumbrados la saga. Es decir, los dos protagonistas amenazados por temibles sociedades secretas, y artefactos del pasado ocultos entre leyendas y ruinas que pueden desatar muchos y muy terribles males para la humanidad si se usan de forma incorrecta. Todo esto aderezado con el particular humor plagado de ironía y sarcasmo en casi cada uno de los diálogos.

Broken Sword: El Sueño del Dragón sigue la estela de sus predecesores, si bien algunas voces críticas afirmaron que la temática del juego se había vuelto demasiado sobrenatural esta vez. No estoy de acuerdo con esta afirmación, ya en la segunda parte había un fuerte elemento sobrenatural con la supuesta llegada de un dios maya.

Lo que sí había en esta tercera entrega de la franquicia era una enorme cantidad de referencias al primer juego. Y no solo en forma de guiños o huevos de pascua ocultos. La trama se enlaza con lo acontecido en el primer juego, y varías de las localizaciones que visitábamos en aquel, repiten en éste.

 JUGABILIDAD

No es casualidad que hayamos puesto ese subtitulo a este artículo, ni que hayamos hecho una introducción al mismo como la que habéis leído. Broken Sword: El Sueño del Dragón tenía que ser una aventura adaptada a su tiempo, por mucho que a los más puristas nos pueda desagradar una idea semejante, y el apartado más afectado por ello fue la jugabilidad.

Aunque la premisa jugable sigue siendo la misma que en las aventuras gráficas del pasado, esto es, encontrar pistas y resolver puzzles para seguir avanzando; la forma de trasladar eso a la partida es aquí diferente a lo que se había hecho en los 80 y 90. El cambio más drástico fue la eliminación del ratón, para pasar a ser controlable únicamente con el teclado o con una mando. Esta era una clara concesión a las vídeo consolas, dado que el juego estaba siendo creado para PC, PlayStation 2 y Xbox.

Con este nuevo sistema de control, las flechas de dirección nos servían para mover el personaje, y un par de teclas más permitían correr, andar de forma sigilosa o acceder al inventario. Lo importante es que nuestra interacción con el entorno era circunstancial. Solo al acercarnos a los diferentes elementos interactivos podíamos realizar algún tipo de acción con ellos y estos se destacaban porque emitían un destello cuando estaban a nuestro alcance.

Con este nuevo diseño de mecánicas los diferentes acertijos y obstáculos del juego pasaron a ser más directos, y algo más asequibles para el público. No encontraríamos el clásico puzzle carente de lógica o una gran cantidad de objetos que usar y combinar en nuestro inventario. Podía ser considerado algo positivo si eras de aquellos que odiaba quedarse atascado en algún puzzle demasiado duro o con una solución muy esquiva, pero también el nuevo enfoque trajo ciertos males que vistos con perspectiva, alejan a Broken Sword: El Sueño del Dragón de las mejores entregas de la saga.

Y es que también esta nueva visión más moderna de la jugabilidad hizo que el juego tuviera  más acción de la que tenía en la década de los 90. A largo de la aventura, no eran pocas las ocasiones en las que para avanzar había que superar saltos, avanzar por cornisas, moverse evitando ser detectados, o pulsar una tecla adecuada en el momento oportuno durante una secuencia de vídeo. Lo peor, sin embargo, fueron los tediosos puzzles de cajas que había dispersos por las fases. No estoy en contra de la inclusión de un par de ellos en momentos puntuales, pero cuándo hay entre 8 o 10 en un juego de algo más de 11 horas de duración, resulta excesivo.

APARTADO AUDIOVISUAL

Con Broken Sword: El Sueño del Dragón, la saga dio por primera vez el salto a un motor gráfico en tres dimensiones. Un salto tecnológico gigante que como ya hemos visto cambió por completo el sistema de control y la jugabilidad. Pero también suponía abandonar el aspecto de dibujo animado que había caracterizado a las dos aventuras anteriores.

El paso a las 3D fue dispar al final. Por un lado el modelado de personajes y expresiones faciales no estaba nada mal —en especial Nico Collard, ella es la más beneficiada a nuestro juicio—, pero tampoco era un juego puntero en lo visual en el año 2003. Aunque se puede argumentar que no todos los juegos deben alcanzar la cumbre en cuanto al poderío gráfico de su tiempo, y menos una aventura gráfica, que nunca han destacado en su historia por esa característica.

Lo que sucede es que en Broken Sword: El Sueño del Dragón, algunas animaciones son poco naturales, y alguna secuencia de vídeo deja entrever sus limitaciones. Además, los escenarios están un poco vacíos, al estar poblados exclusivamente por los personajes secundarios necesarios para el desarrollo de la aventura. De nuevo, esto es algo que hasta el momento había funcionado bien en los motores bidimensionales, pero en la era de la tercera dimensión, el aumento de la profundidad y espacio para nuestra percepción provoca una sensación de cierto vacío.

Pero esto son inconvenientes de poca importancia, en realidad. Lo que de verdad hace daño al producto final es la combinación del nuevo sistema de control con el uso de cámaras fijas. Esto generaba incomodas situaciones en las que el cambio de perspectiva varía por completo la dirección de movimiento del personaje.

De la banda sonora se encargó esta vez Ben McCullough, que firmó un trabajo en este sentido correcto y bueno, pero cuyas melodías no he tenido la sensación que llegasen al sobresaliente. Se quedó pues en una banda sonora menos destacada que las de las dos entregas anteriores.

Una vez más, Borken Sword: El Sueño del Dragón llegó traducido y doblado al castellano en nuestro país. Y una vez más, el doblaje resultó notable salvo por la abominable actuación de Tomás Rubio en el papel de George Stobbart, nuestro protagonista. No me cansaré de repetir que el trabajo de Rolf Saxon en la versión original era muy superior al patrio.

REFLEXIÓN FINAL

Estaba claro que Broken Sword: El Sueño del Dragón era una entrega que pretendía innovar todo lo posible. Habían pasado seis años desde el último juego, y Charles Cecil y Revolution Software querían darlo todo para traer la saga de vuelta por todo lo alto. El tiro, me temo les salió algo errado.

No os confundáis, no quiero decir desde esta web que esta tercera parte fuese un mal juego, porque creo firmemente que no lo era. A decir verdad, soy de la opinión que la afición ha sido en demasía dura con esta tercera parte. Visto con la perspectiva que siempre nos otorga el tiempo, Broken Sword: El Sueño del Dragón era una aventura gráfica buena, pero también hija de su tiempo, por mucho que pueda eso disgustar a los más puristas.

¿Fue una tercera parte que logró superar a sus hermanas mayores? No. ¿Fue una aventura gráfica revolucionaria que cambió el paradigma de lo que debíamos entender por aventura gráfica en la industria? Tampoco. ¿Fue un juego entretenido, divertido, fácil de disfrutar y con muchas y variadas virtudes? Ya lo creo.

¿SABÍAS QUE…?

  • Broken Sword: El Sueño del Dragón estaba planeado que fuese el último juego de la franquicia, y así se vendió. La saga acabó continuando tiempo después con una cuarta y quinta entregas.
  • En su versión original, Sarah Crook es la encargada de poner voz a Nico Collard. No obstante, Sarah Crook era originalmente la encargada de supervisar las audiciones. Pidió probar a interpretar ella el personaje después de que Charles Cecil, director del juego, rechazará a varias actrices porque no le convencían para el papel.
  • Pese a las buenas críticas en la mayor parte de la prensa del momento, Broken Sword: El Sueño del Dragón supuso un desastre financiero para Revolution Software, que meses después pasaría a estar formada solo por dos personas, una de ellas era Charles Cecil.
  • La revista Micromanía, en su número de diciembre de 2003, le otorgó un puntuación de 90 sobre 100. De él dijo: <<Diversión y calidad para un esperado retorno>>
  • La revista GameLive PC, en su número de diciembre de 2003, le otorgó una puntuación de 7,5 sobre 10. De él dijo: <<Iba a ser la aventura más revolucionaria de la historia, pero se ha quedado en bastante menos>>
  • La revista Hobby Consolas, en su número de diciembre de 2003, le otorgó una puntuación de 83 sobre 100. De él dijo: <<Todos aquellos que ya disfrutaron con los dos capítulos anteriores, se lo pasarán de miedo con esta nueva aventura>>

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2 Comentarios Agrega el tuyo

  1. feisal86 dice:

    Ah, estos míticos juegos de nuestra adolescencia. Yo probé la segunda entrega de Broken Sword, pero esta tercera ya me pilla interesado en otras cosas y otros géneros, pero pinta bastante interesante por lo que comentas aquí y en el vídeo. Y no descarto probarlo algún día, desde luego xD

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  2. me gusta este juego, empecé a jugarlo hace pokito y la verdad es que resulta interesante. A ver si consigo el resto… 😉

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